En un intento más de retomar mi tesis, me he dado cuenta de que mi preocupación fundamental en la literatura es la de desmitificar al autor en tanto fuente de significado de la obra literaria. Estoy seguro de que muchos antes lo han hecho, la cuestión es que en el Colegio de Letras Clásicas el autor es una institución inapelable (aunque pueden hacer malabares con ella). Todo esto me ha hecho pensar en la idea de anonimia como justificación para abordar el tema y plantear lo siguiente:
En el estudio tradicional de la historia de la literatura, el autor (en tanto creador, causante, inventor y responsable) se ha tomado como una parte fundamental para la comprensión de las obras, pues es considerado como el emisor de un mensaje y por lo tanto como el "significador" del texto, que es, desde esta perspectiva, el vehículo del significado que el escritor quiso darle.
Ante este panorama la anonimia se presenta como un problema metodológico bastante complejo pues no basta con suponer o “reconstruir” un autor a partir de la obra (es evidente que alguien escribió el texto), sino establecer parámetros diferentes desde los cuales medir a la obra literaria más allá de sus implicaciones histórico-sociológicas.
La anonimia implica una estructura ausente que no necesariamente debe ser sustituida por un constructo artificial. El rol de creador debe pasar a segundo término y ser analizado como una función compleja y variable, como una entidad discursiva que caracteriza cierto tipo de textos y que no se sitúa ni en la realidad ni en la ficción, sino en el borde mismo de los textos.
Esto implica una crítica al modelo histórico del estudio de la literatura en tanto fuente de significados establecidos que deben ser explicados por un especialista que especifica qué es lo que “se quiso decir” y una redefinición de la noción de texto.
¿Cómo realizar una crítica al modelo metodológico de la historia de la literatura desde la noción de anonimato? Debo acotar mi tema...
4 comentarios:
Bien, Paco, pero ¿a dónde lleva este intento? Suponga Usted que redefinimos autor y texto, y concluimos que ahora son textos hasta los volantes de la "Señora Irma, consejera espiritual" repartidos afuera del Metro. (Autor: anónimo)
Pues bien ¿y ahora qué? No me queda para nada claro el propósito de estudiar "la Literatura" empleando este o estotro sistemas taxonómicos, o prefiriendo un enfoque teórico por sobre el de más allá. Tu tesis puede salirte muy critica con la usualmente pueril raza de los "clasicistas" pero ¿qué hay más allá de un debate igualmente pueril entre escuelas?
¿Con qué objetivo construir una aproximación "distinta" al texto más allá de decir que la del otro está mal? ¿Para qué descubrir la "literaricidad" de unas líneas escritas por quien-no-importa en oposición a la doctrina que sostiene el origen de su carácter "literario" a partir de que son obra de Plauto (ca. 254)o José Agustín (mexicano, nacido en 1944, miembro de la generaciòn "de la onda"?
¿Se hace eso para dar limpieza de sangre a unos textos por sobre otros (esto es literatura, esto no, aunque lo haya escrito Borges)? Si los maestros de Clásicas fuesen capaces te dirían una verdad que me parece obvia: a los textos los produce alguien inscrito en una tradición; y los produce para algo, no en vistas de sí mismos.
Me parece un despropósito pensar que se escribe "just for the sake of writing", querer hacer el "arte por el arte" o dársela de poeta y de novelista "creando Poesía o Novela".
Las teorías literarias, (cualesquiera) incurren en una frecuente y extrema fetichización de la "literaricidad". Me parecen basadas en el supuesto de "el texto en cuanto tal". Sería esa una mirada en la cual ya no importarían ni el contenido ni el origen de la obra; de modo que ni la historia ni la disciplina en el marco de la cual fueron elaborados(medicina, filosofía, historia, religión, economía) nos dirían nada de su supuesto "carácter de textos".
Se crea de ese modo un coto cerrado donde la única sacerdotisa capaz de decir palabra es (¡oh, sorpresa!) la mismísima teoría literaria, la cual, claro, sí los entiende en su "substancia", no como esos tontos historiadores, gramátios o filósofos. He ahí el negocio.
Si quieres reírte un rato de los ridículos afanes por entender el "texto en cuanto tal"; de la fallida "substancialización" de la literatura a manos de los decimonónicos teóricos literarios, lee con esa intención el primer capítulo del libro de Josu Landa que te presté (Más allá de la palabra) y razona si acaso no la pretensión de hablar de un texto como abstracto de su autor, su época, su tema o lo que gustes
se vuelve una cuestion ociosa que demerita a su objeto en vez de ennoblecerlo conociéndolo.
A lo mejor te viene bien hablar con Josu, quien es sociólogo, filósofo y poeta, pero sobre todo lo último. Sabes que yo estoy tapado para la literatura: "su fulgor abstracto es inasible. Pero (aunque suene mal) daría la vida por diez párrafos suyos, ciertos autores, notas, páginas o fortalezas..." digo parafraseando el famoso poema de Pacheco.
Me gusta en general el proyecto... aunque concuedo en algunas cosas con Daniel: antes de atacar el problema de si el quid de la literatura depende o no del "autor", es importante delimitar la pregunta por el "quid" de la literatura.
Un punto interesante sería contestarte primero si la pregunta acerca de la literatura es "qué es la literatura", porque la respuesta supone ya la certeza de que existe un fenómeno tal, que es definible -por definible entiendo: que pueden delimitarse las fronteras de lo que sí es y de lo que no-.
Creo que, antes que nada, necesitas un capítulo para responder eso, y me parece que Riquer (perdón mi apocado y poquianchis francés) es una buena opción para hacerlo...
Y lo digo por una aseveración que haces en tu texto:
Que el autor tiene "alguna relevancia"... ¡No! no tienen ninguna, !!!ni secundaria,ni terciaria,ni cuaternaria ni paleozoica!!! El autor es una estructura trascendental que toda obra debe tener, sea anónima o "dominio popular", pero que igual que ambas categorías, carece de contenido alguno, y si lo tuviera, este no es relevante.
Creo que, antes de pitorriarte del colegio (que por otro lado se lo merece... hoy silvidonna hizo casi llorar lagrimitas de sangre a la de lit lat...) deberías preguntarle a Riquer (a él porque es una de tus llaves hermenéuticas más importantes) si hay UN ALGO que sea tal cosa como la literatura.
Riquer es Jaidegueriano, lo que conlleva la siguiente presuposición de mi parte: no hay ni esencias, ni sustancias. En otras palabras: no hay un "mensaje verdadero" un "lo que quiso decir" oculto dentro del texto que deba de ser extraído a través de la crítica literaria... no hay un "mensaje verdadero".
Una vez despojado el texto de su "sustancialidad"... ¿para qué puede servir el autor?
A ver que te parecen mis sugerencias..
la literaturiada esponja
No podía esperar menos de vosotros, amigos, gracias. Aunque conozco las trabas mentales que tiene Daniel respecto a la lietratura (pero bueno, cree que existe el mundo) me parecen valiosos algunos puntos... Esponjitta... eres chida, me captaste el asunto de inmediato. Ciertamente debo trabajar todavía más, este todavía no llega a ser tema de tesis. Es sólo una punzada.
bueno pues...te hecharia todo un rollo asi como estos 2 pero...tu sabes...a mi no me gustan esos rollos...entonces pues...digamos k es interesante lo k dices...no te cuestiono...jeje...y bueno pues luego te leo y seguire pasando por aqui
((~TRAGIKHA~))
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