Comienzo a hablar de que en mi semana ocurrieron cosas extrañas, la visita de MA de Guadalajara. Fuimos a Zona Maco, y es en realidad un problema que tu ocupación no responda a un título. Te preguntan: "¿Tú eres artista?" Y tú dices: "hmmm... pues hago de todo". Siempre me ha dado pudor el decir que soy fotógrafo, sobre todo porque tengo muchos amigos que son fotógrafos, que han estudiado fotografía y se han dedicado a ello durante mucho tiempo profesionalmente. Me siento como un usurpador el decir que soy Fotógrafo o Maquillista o Vestuarista o Coordinador de Moda o Letrasclasicólogo... porque de ninguna de esas cosas tengo un título. Y bueno, esto para que alguien llegue y te presente con un simple: "él es diseñador, o algo así..."
Nuevamente mi problema de definición. Creo por lo que hago yo soy una especie de diseñador-productor-realizador de imágenes, llamémoslo DPRI (Pero eso suena como a partido político democrático, revolucionario e institucional).
Bueno, la cuestión de mi definición por un sencillo protocolo social deriva en que me es complicado establecer vínculos con las personas, porque no sé qué es lo que hay en mi tarjeta de presentación. No sólamente en el nivel del oficio, sino en todo lo demás. Mi definición es tan ambigua. Siempre he estado luchando por quitarme etiquetas, de la edad, de la orientación sexual, del estatus económico, de la escolaridad, de todo... toda mi vida me la he pasado evitando las etiquetas en pos de ser yo mismo. Ahora, las convenciones sociales me conminan a etiquetarme, ahora no sé cómo hacerlo sin romper con mis principios.
Entonces llegamos a la cuestión de la empatía: ¿Cómo sentir empatía por las personas? ¿No se supone que debería estar preocupado por el pueblo japonés y sus catástrofes? ¿No se supone que debería de condolerme del pobre limosnero de la calle? No. No lo hago. ¿Soy inhumano? ¿Debo sentirme culpable por ello?
La cuestión se centra en esta necesidad apremiante de establecer un vínculo. Cuando JR se fue lo primero que hice fue buscar desesperadamente en Internet a alguien con quien tener sexo, no sé si por venganza o desamparo. Necesitaba establecer un vínculo para el cual el sexo siempre es un buen placebo. Sobra decir que durante esos días mi búsqueda fue infructuosa. Estuve célibemente esperando a que alguien llegara y nadie lo hizo (supongo que también resultaba hasta cierto punto atemorizante la premura, o sencillamente la gente no tiene determinación). De cualquier forma ya está probada la decepción que implican los ligues interneteros...
¿Por qué es necesario el vínculo? Porque te sientes aislado, has pasado demasiado tiempo de tu vida tratando de cultivarte, de enriquecerte personal e intelectualmente; te has enfocado en conocerte, explorarte, generarte más habilidades y crear tu personaje. La cuestión es que todo eso ha resultado en un proceso bastante aislante, y aún así no sabes siquiera qué es lo que hay en tu tarjeta de presentación... Frustrante...
Entonces hice una analogía entre los gatos, los perros y los seres humanos. Los perros te odian o te aman y eso lo harán siempre incondicionalmente, te amarán si los golpeas, no los alimentas y los maltratas, y te odiarán incluso si les dices palabras bonitas y trates de acariciarlos. En ese sentido, el perro no importa, porque la relación ya está dada, y tampoco tiene por qué preocuparte tu relación con el perro, porque el perro está ahí y sus reacciones son bastante predecibles. Con los gatos estableces una relación que debes alimentar día a día, es temperamental y si no amas al gato, él no te amará, estableces un vínculo porque no puedes predecir sus actitudes, discutes, te enojas, aprende, aprendes, te conmueve, le conmueves, te busca, te evita, lo buscas, etc.
En mi mundo individual el noventaytantos por ciento de la población son Perros, y menos del 10% son como gatos o tienen espíritu de gato. (Aunque sé que esto es más un valor que yo designo que algo que exista realmente) No me puedo vincular con las personas si no siento cierto grado de identificación, muchos de mis parámetros al respecto son estéticos, en el sentido de que sí le doy importancia a factores digamos "formales", como raza, aspecto, talla, género, etc, etc...
¿Debería sentirme mal con ello? ¿Deberían importarme esas personas que no califican como gatos?
Lo cierto que mi capacidad de establecer vínculos está atrofiada. Tengo amigos hechos y derechos, con los cuales mi cabeza no estructura un plan de acción y con quienes puedo ser espontáneo. Pero cuando me enfrento a personas nuevas me es mucho más fácil pactar un contacto sexual que establecer una relación con miras a una amistad o a una relación de pareja o algo así...
Soy pésimo para ligar. Pues por una parte mis deseos de controlar la situación y la impaciencia por lo impredecible del asunto me hacen acelerar las cosas y llevarlas a un feliz término (sexo) o a un mal término (nada), o a un peor término (sexo). El sexo es el término, es como el objetivo que siento que se debe alcanzar pero al ser una meta, no conduce a nada más. No se genera un vínculo, es la meta, el final del camino.
¿Qué hacer para cambiar ese patrón? ¿Cómo decirle a mi cabeza que no estructure elaborados caminos para llegar al mismo fin pero con alguna consecuente relación? ¿Es necesario buscar a alguien? ¿No se supone que esas cosas "llegan" u "ocurren" en los lugares menos esperados? ¿Son muy peligrosos esos lugares como para ir a estas horas? ¿Hay un mundo fuera de internet como para ligar más fructíferamente? ¿Cómo se hace eso?
Antros, Yoga, Centros de Auto-ayuda o Crecimiento Personal, Cursos de Idiomas le parecen a mi terapeuta buenos lugares para conocer gente, dado mi común aislamiento. Odio los antros y los centros de auto-ayuda (por eso voy a terapia). Tengo buenos argumentos para descartar estas opciones. Tanto en los Antros como en los Centros de Crecimiento personal de corte gay hay un gran sentido de ser "correligionarios" con la causa gay (muerta desde los 90's). Además, me fastidia que salvo en las clases de idiomas, en los demás parece como un requisito el tener que renunciar a todo lo que se ha aprendido o a tus ideologías personales en pos de una supuestamente superior y más efectiva... Y el tener toda esta maraña de hilos de pensamientos, ideologías, prejuicios y vanidades me ha costado mucho trabajo, años de lectura y mucho cultivo y aislamiento como para querer renunciar a ellos en pos de una cool clase de Yoga... Habrá que buscar otras opciones... Lo cierto es que estoy cansado de estar sentado esperando a que me saquen a bailar...
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